Mi taller es un patio/pasillo entre la cocina y el cuarto de mis hijas. Pasó por varias mutaciones: cuando nos mudamos (8 años atrás) instalé ahí mi compu pero cuando mis hijas crecieron los juguetes se apoderaron del espacio. Lo recuperé hace unos meses cuando llevé mis telas y mi máquina de coser.
Ahí fabrico almohadones, cambiadores, guirnaldas y elefantes de tela y todo lo que se me ocurra como parte de mi marca Quinta y 5ta Deco o realizo cualquier tipo de proyecto que involucre la costura.
Cuando me quedo sola en mi casa es el primer lugar que visito. Me encantan las tardes ahí porque tengo luz natural y logro aislarme de lo que ocurre alrededor. A veces, si no se me ocurre nada para hacer, sólo me siento ahí esperando que llegue la inspiración.
Lo decoré básicamente con cosas útiles y a la vez bellas para mí. El escritorio lo heredé de mi papá, así como el organizador de madera y una pequeña grúa en miniatura. Tengo cintas, hilos, muchas telas, tijeras, la plancha, un hermoso libro de ilustración de moda y varios objetos que forman parte de mi pequeño mundo.
Soñé durante varias noches este pequeño espacio básicamente porque me había cansado de armar y desarmar la máquina cada vez que la mesa de la cocina se necesitaba para comer. Finalmente recuperé este espacio donde me siento súper cómoda.
Txt & Pics: R.T.
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